El encuentro sirvió para culminar un curso difícil, obligado a muchas restricciones, con numerosas citas telemáticas y talleres de trabajo muy fructíferos. Se deseaba ya una cercanía en el trato que, con las precauciones aconsejables, el parque nos lo permitió. A manera de pic-nic pudimos tomar unas cervecitas y unas tapas en medio de una charla distendida; compartir la alegría de reencontrarnos con personas largamente ausentes; y aclarar dudas a las personas que quisieron venir para conocernos mejor.
Rematamos la velada con el cante de nuestro conjunto musical formado por nuestro magnífico cantautor, nuestro tamborilero, el coro y el baile por sevillanas de nuestras socias más lanzadas. Todo rodeado de un verdadero ambiente de espontaneidad y amabilidad que nos caracteriza. Una agradable fiesta fin de curso y principio de verano prometedor.
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