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Artículo por Susana Torío López, Paulina Viñuela Hernández y Omar García-Pérez
Universidad de Oviedo, España

El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre la situación actual de las personas mayores para eliminar la visión de la vejez, aún presente en el imaginario social, según la cual, se considera al adulto mayor como sinónimo de ser inactivo, dependiente y vulnerable. Consideramos que es necesario hacer valer un nuevo modelo de gestión del envejecimiento en el que los adultos mayores sean reconocidos como un recurso humano esencial de participación y colaboración en los acontecimientos que ocurren en la sociedad. Por ello, para facilitar el camino de intervención en el sentido señalado, se presentan experiencias de “otro envejecer” que funcionan como alternativas a los modelos tradicionales a la hora de imaginar las trayectorias vitales en la última etapa de su vida. Estamos hablando del cohousing o “viviendas colaborativas” específicamente, del senior cohousing, que tanto en el contexto internacional como nacional se considera una opción residencial óptima y que en los últimos años están cobrando notoriedad en los medios de comunicación social y en el ámbito académico. Esta modalidad convivencial ofrece la posibilidad de disfrutar de vida privada y comunitaria, apuesta por la mejora de las condiciones de vida de las personas mayores (autonomía, ayuda mutua, comunicación, participación social, autodeterminación, etc.) y constituye una opción de modelo sostenible del envejecimiento activo.

En la práctica, la opción de Cohousing o “covivienda”, en los países de Europa del norte, es considerada una opción residencial óptima (Castilla y Gummá, 2017), porque, además de reducir los costes sociales, se ha comprobado que puede potenciar la vida activa de los mayores y posibilitar la inserción social. En definitiva, es vista como un pilar para potenciar la calidad de vida de la población mayor. Hasta la fecha, en España, esta alternativa se ha obviado para seguir manteniendo y primando el carácter asistencial. Cabe destacar que, a diferencia de otros Estados, las iniciativas existentes en nuestro país provienen mayoritariamente de los propios interesados (quizá porque éstos no dispongan de un imaginario que les permita apreciar, pensar o sentir que otros modos convivenciales son posibles). Por ello consideramos necesario seguir difundiendo y valorando esta opción como un modelo sostenible de envejecimiento activo presentándolo como alternativa que ofrece la posibilidad de avanzar hacia un cambio de paradigma en la vejez: del asistencialismo a la vida activa y en comunidad.

Cohousing Olivar Plaza no es dueño del contenido del artículo aquí expuesto. Lo referenciamos para difundir conocimiento acerca del Cohousing. Artículo completo en el siguiente enlace (Aula Abierta vol.47, nº1 marzo 2018, pgs.79-86)